La Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) es una forma de psicoterapia que se centra en la conexión entre pensamientos, sentimientos y comportamientos. Es un enfoque práctico y orientado a objetivos que tiene como meta identificar y desafiar patrones de pensamiento y comportamiento negativos, reemplazándolos por otros más saludables y positivos. La TCC se utiliza ampliamente para tratar diversas problemáticas de salud mental, como la ansiedad, la depresión y el estrés, ayudando a las personas a desarrollar estrategias afectivas y habilidades para resolver problemas. La terapia suele ser a corto plazo y estructurada, haciendo hincapié en la colaboración entre el terapeuta y la persona para lograr cambios positivos en su bienestar mental.

La Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) se diferencia de otros tipos de terapia principalmente por su tiempo limitado. A diferencia de algunas formas más tradicionales de terapia, la TCC está centrada en el presente y orientada a la acción.

Enfoque en el Presente: La TCC enfatiza abordar problemas y desafíos actuales en lugar de explorar extensamente experiencias pasadas.

Estructurada y Orientada a Objetivos: La TCC suele estar estructurada con metas y objetivos específicos para cada sesión, convirtiéndola en un enfoque más orientado a objetivos y con resultados concretos.

Colaborativa: Psicoterapeuta y cliente trabajan juntos de manera activa, con un esfuerzo colaborativo para identificar y desafiar patrones de pensamiento negativos y comportamientos.

Estrategias Prácticas: La TCC pone un fuerte énfasis en proporcionar a las personas estrategias y habilidades prácticas para enfrentar y superar sus dificultades.

Aplicabilidad: La TCC es versátil y se puede aplicar a una amplia gama de problemas de salud mental, lo que la hace adaptable a diferentes personas y situaciones

En una sesión típica de Terapia Cognitivo-Conductual (TCC), puedes esperar un enfoque estructurado y colaborativo dirigido a abordar problemas específicos.

Evaluación: La sesión puede comenzar con una breve evaluación de tu estado actual, discutiendo cualquier cambio o desafío desde la última sesión.

Establecimiento de la Agenda: Psicoterapeuta y cliente establecen colaborativamente la agenda para la sesión, identificando problemas o metas específicas en las que trabajar.

Revisión de Tareas: Si procede, se pueden discutir y revisar las tareas o ejercicios asignados en la sesión anterior.

Discusión de Pensamientos y Sentimientos: Explorarás y discutirás pensamientos y sentimientos relacionados con los problemas identificados. Con la ayuda del terapeuta identificarás y desafiaras cualquier patrón de pensamiento negativo.

Desarrollo de Habilidades: La psicoterapeuta introducirá y reforzará habilidades y estrategias prácticas para ayudarte a enfrentar desafíos y modificar comportamientos no útiles.

Establecimiento de Objetivos: Puedes establecer objetivos específicos para la siguiente sesión, centrándote en implementar nuevas estrategias o comportamientos.

Retroalimentación y Recapitulación: La sesión concluye con retroalimentación y una recapitulación de lo discutido. Se pueden asignar tareas para practicar entre sesiones.

Planificación Colaborativa: Con la terapeuta planificarás tareas para futuras sesiones, abordando cualquier pregunta o preocupación que puedas tener.

La duración del tratamiento con Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) puede variar según varios factores, como la naturaleza y gravedad de los problemas tratados, el progreso individual y los objetivos del tratamiento. Sin embargo, la TCC es conocida por ser una terapia relativamente a corto plazo y limitada en el tiempo en comparación con algunos otros enfoques terapéuticos.

Normalmente, la TCC está estructurada para ser breve y centrada, con un promedio de 12 a 20 sesiones. Las sesiones suelen programarse semanal o bisemanalmente. El énfasis en el establecimiento de objetivos y el desarrollo de habilidades contribuye a la eficiencia de la terapia.

Para problemas específicos como la ansiedad o la depresión leve a moderada, las personas pueden experimentar cambios positivos en las primeras sesiones. En casos más complejos o con problemas de larga duración, puede ser necesario un tratamiento de mayor duración.

Es importante destacar que la duración de la TCC es individualizada y a menudo se evalúa el progreso de manera colaborativa con los clientes para determinar cuándo se han alcanzado los objetivos del tratamiento. Algunas personas pueden beneficiarse con menos sesiones, mientras que otras pueden sacar provecho de una intervención más prolongada con un apoyo continuo y el perfeccionamiento de habilidades.

Sí, la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) es ampliamente reconocida como una forma efectiva y basada en evidencia de psicoterapia. Numerosos estudios de investigación y ensayos clínicos han demostrado su eficacia en el tratamiento de diversas condiciones de salud mental.

Mis tarifas son las siguientes: 60 libras esterlinas por sesiones en línea. Las sesiones se abonaran mensualmente por mes adelantado mediante transferencias bancarias y, generalmente, deben efectuarse al principio de cada mes (del 1 al 5). Esta estructura facilita la transparencia y la gestión de los pagos.

Para concertar una cita, tienes diversas opciones para ponerte en contacto. No dudes en contactarme a través de correo electrónico, mensaje de texto, llamada telefónica o página web; elige el método que mejor se ajuste a tus preferencias. Responderé a la mayor brevedad posible para abordar cualquier pregunta, proporcionar aclaraciones o discutir cualquier cuestión. Tu comodidad y una comunicación clara son mis prioridades.